Invitada por el teatro Auditorium, la especialista realiza en Mar del Plata un seminario para directores de teatro. "Trabajo de forma bastante extrema, aún con quienes no son actores", contó Tellas.
El teatro como toda manifestación artística siempre surge de la experiencia de vida, ahora si la dramaturgia va hasta el tuétano de la existencia humana esa expresión resulta casi una experiencia testimonial. Vivi Tellas -directora e investigadora escénica- es creadora del denominado “BioDrama”. “Es un proyecto que diseñé y que son biografías escénicas. Se trabaja con la historia de las personas en escena. El término viene de bio (vida) y drama (teatro). Trabajo de forma bastante extrema, aún con quienes no son actores ya que es un trabajo documental y testimonial. Cada persona tiene un mundo que se parece al teatro desde la inocencia y la fragilidad que eso implica y buscando teatralidad en la vida”, señaló Tellas.
Convocada por Marcelo Marán, director del Teatro Auditorium, Vivi Tellas se encuentra ofreciendo un seminario de BioDrama con un grupo de directores marplatenses, en una actividad que se desarrolla en el espacio Faro de la Memoria.
En este proceso junto a teatristas locales, Vivi Tellas se tomó unos minutos y se extendió una amena charla con LA CAPITAL
-¿Cómo se trabaja la historia de cada una de esas personas, y que finalmente, se verá reflejada en un escenario?
-Primero buscamos los momentos más dramáticos de la vida y la historia de esa persona. El punto más dramático puede surgir a raíz de un accidente o un cambio total de destino. Hay muchas herramientas para trabajar eso como puede ser la reconstrucción de ese momento, saber qué pasó a través de la búsqueda de documentos, fotos, las cartas son muy interesantes como texto, videos caseros ó tal vez esa persona trascendió por los medios y entonces, a partir de allí se hace un trabajo de archivo. “La persona como archivo de su propia experiencia”.
-¿Es una forma de terapia?
-Yo no lo veo como una terapia. No tengo una intención terapéutica, lo mío es más poético. Sí lo veo como algo sanador. En el sentido de que es sanador el arte.
-¿Y cuál es el resultante de trasladar esta experiencia a otros directores?
-Esto surgió en Mar del Plata gracias a Marcelo Marán que me invitó a dar este seminario de biodrama con un grupo de directores que están muy comprometidos con el trabajo y la identidad. La identidad es algo que cruza a mucha gente. La identidad como centro y la teatralidad. Seguramente los trabajos de taller se transformen en obras y probablemente algo hagamos con eso en el teatro.